Con sus paisajes campestres moldeados por los ríos, el Valle del Loir es el destino ideal para hacer cicloturismo. Un secreto bien guardado de la región, el Valle del Loir en Bicicleta es una ruta ciclista con un encanto natural. Por el camino, contempla a tu ritmo los castillos, museos, jardines, pueblos cueva y otros tesoros del Loir. Así que ¡a vuestros sillines!
El Valle del Loir en bicicleta, 320 km de carriles bici señalizados
El Valle del Loir en Bicicleta (V47) cuenta con 320 km desde Saint-Eman, cerca de Chartres, hasta Angers. Se trata de la primera ruta ciclista de Francia que sigue el curso de un río desde su nacimiento hasta su confluencia. En este caso, el Loir te acompañará durante la primera parte del recorrido antes de unirse al Loira.
Puedes recorrer los 145 km desde Saint-Eman de Ruillé-sur-Loir, última localidad antes de Sarthe. En total, 7 etapas de una veintena de kilómetros que te acercarán al encanto del Valle del Loir. Siguiendo el curso del agua, contemplarás algunos de los paisajes más bellos de la región, desde prestigiosos castillos a pintorescos pueblos, frondosos huertos y naturaleza en estado puro. Esta ruta interregional continúa por la región de Pays de La Loire hasta Angers, donde se une a la Ruta del Loira en Bicicleta.
Una ruta tranquila y encantadora por el Loir
Saint-Eman – Saumeray
Empieza en Saint-Eman, exactamente donde nace el Loir. Sigue el río hasta Illiers-Combray, pueblo natal de Marcel Proust. El bucólico paisaje es perfecto para pasear, y no cuesta entender por qué fue una auténtica fuente de inspiración para el escritor. En este punto, la ruta del Valle del Loir en Bicicleta está conectada con la Véloscénie y el Camino de Santiago en Bicicleta.
Saumeray – Châteaudun
Continúa luego hasta Châteaudun, una ciudad llena de historia y galardonada con el sello “Rodeos más bonitos de Francia”. Su castillo, el primero del Loira, merece una visita, al igual que el museo, las Grutas del Foulon y las bonitas callejuelas del casco medieval.
Châteaudun – Cloyes-sur-le-Loir
Pasear en bicicleta por el Valle del Loir es un plan diferente. Lejos del bullicio de las ciudades, el Valle del Loir es una tierra de pueblos típicos, donde los viñedos conviven entre huertos y extensiones de agua. Te darás cuenta de ello al pasar por Saint-Denis-les-Ponts, donde los meandros del Loir han creado refrescantes lagunas que son un paraíso para la flora y la fauna.
Cloyes-sur-le-Loir – Fréteval
Toma las carreteras rurales en dirección a Fréteval, en el corazón de la pequeña región agrícola del Valle y los Cerros del Loir. La localidad está llena de sorpresas, como el Museo de la Fundería, el lago de Saint-Lubin y la torre de Grisset, que es el sorprendente vestigio de una antigua cella (única en el norte de Europa) de un templo galorromano.
Fréteval – Vendôme
Continúa a lo largo del Loir y sus exuberantes paisajes verdes hasta el soberbio Castillo de Meslay, un elegante edificio con una terraza con vistas al Loir. A tu alrededor, las laderas de la región de Vendôme albergan viñedos históricos. No dudes en entrar en una bodega para probar un vino tradicional. Unas cuantas pedaladas más y estarás en Vendôme, Ciudad de Arte e Historia.
Montoire – Ruillé-sur-Loir
Tu ruta se acerca al final, y antes de llegar a Ruillé-sur-Loir hay una visita obligada: el pueblo troglodítico de Trôo, con sus casas cueva y sus insólitas siluetas excavadas en la roca. Pasea por este Pueblo Singular para descubrir sus encantadoras casas y galerías subterráneas, verdaderos tesoros arquitectónicos.
