EXPO Angélique Cormier – Tout un pli

Doblar.
Coger una hoja de papel y hacer el primer pliegue es como la promesa de un mundo nuevo.
A veces sé exactamente qué aspecto tendrá, y otras veces es el papel el que toma forma y me sorprende.
El pliegue tiene una cualidad poética: da solidez a un material frágil.
El pliegue hace que se mantenga erguido, despliega el espacio.
El pliegue también captura el tiempo. El papel y el movimiento de las manos se convierten en tiempo palpable, observable.
Cuando se piensa en ello, es sólo un trozo de papel, nada más.
Es esta sencillez, esta desnudez, lo que me gusta encontrar cuando paso las manos, en gestos repetidos y precisos, por las fibras del papel.
Esta práctica está vinculada a mi trabajo como compositor y músico.